Mona Di Orio es intimamente consciente de que la creación de un hermoso perfume está precedido del conocimiento y la selección de las mejores materias primas. Su composición requiere una paciencia infinita, una atención máxima con el fin de revelar la fragancia en toda su originalidad y armonía.
El Gran perfumista Edmond Roudnitska fue un maestro durante seis años y ella su única alumna. Él le reveló los secretos de su arte, el rigor y la intuición de los más grande.
Estos perfumes están creados con una nueva forma de pensar acerca de la creación de los perfumes modernos.
Todos sus perfumes están hechos a mano y artesanalmente como en los viejos tiempos. Mona dice que la creación de un buen perfume es como escribir un buen poema.
En sus diferentes tipos de fragancias se puede experimentar el alma, el estado de ánimo y la experiencia de los pensamientos de Mona di Orio y descubrir en su piel su propia identidad.
El Vetiver de Mona di Orio destapa todas las esencias de la tierra y los cítricos de la misma forma que un pianista compone un complejo concierto de Bach.
Fresco y seco, pimienta y menta, hasta alcanzar el mejor Bourbon Vetiver de hierbas frescas.
En sus notas más altas, el jengibre azul de Madagascar, se crea una misteriosa estela olfativa logrando el aroma de la raíz más fresca del vetiver. Cedro de Virginia y Salvia Absoluta para añadir un poco de aroma amargo con un destello de menta fresca.
Vetiver se convierte en nuestra piel en un aroma fresco y seco a la vez con varios tipos de té, especias y piel de pomelo. Se sigue desarrollando con Tonka Bean y el Ládano para dar peso al perfume.
El jengibre y la nuez moscada se vuelven más prominentes una vez el perfume avanza, y al secarse en la piel es cuando aparece, paradójicamente, la frescura del vetiver.
Unisex, apropiado para climas cálidos, convertido en una rareza por su aroma limpio pero a la vez complejo.
Notas olfativas:
Jengibre de Madagascar, Pomelo de Argentina, Nuez Moscada, Vetiver de Bourbon, Ciste Ládano, Musc, Patchouli y Salvia de Absoluto.
